Antes de empezar, quiero que sepas que no soy maquilladora profesional, ni he hecho ningún tipo de curso. Te lo digo por si no te fias de mí y prefieres irte a otra página.
A mí no me gusta perder el tiempo y por eso no quiero que lo pierdas tu tampoco.
No quiero que al llegar al final de este artículo te sientas, en cierto modo, “engañada”.
Pero sí te voy a decir una cosa: tengo muchas horas de rodaje. Muchísimas.
Yo me pintaba los labios cuando aún tenía los dientes de leche.
Y también te digo otra cosa.
Para aprender a maquillarse la práctica es fundamental. Una piel bien pulida y unos ojos limpios en trazos, se consigue con mucha práctica y conociendo muy bien tu piel.
Así que si te quedas, voy a enseñarte todo lo básico e importante para que te empieces a rodar en este arte. Y digo arte porque para mí lo es.
Si has decidido quedarte, gracias. Voy a hacer todo lo que está en mi mano para que no te arrepientas.
No sé qué edad tienes, pero me imagino que si estás buscando este tipo de información es porque eres adolescente, casi una niña, y así empecé yo.
Mira.
Cuando yo empecé a maquillarme, no tenía un canal de Youtube que me dijera cómo hacer un delineado paso a paso. Tampoco había una instagramer que me contara qué cremas o bases eran las más indicadas para una piel sucia de acné. Y tampoco tenía paneles de Pinterest para inspirarme y hacer lookazos.
Por no tener no tenía ni hermanas mayores, ni primas, ni una madre a la que le gustara maquillarse. Ella era de crema Nivea y cara lavada.
Imagina mi drama.
Así que me compré un libro de maquillaje. Un tocho de quinientas y pico páginas que me costó 995 pesetas en lo que tú conoces ahora como Carrefour (en mi época, el Pryca).
Pues este libro lo compré con -si no recuerdo mal- 12 años. Obviamente, mi querido padre me dijo: “estudia bien la teoría porque en práctica no lo vas a poner”.
Y eso hice, leerme cada una de las páginas como si no hubiera un mañana.
Si hubiera puesto el mismo interés en los libros del instituto, posiblemente me hubiera sacado una carrera de esas largas de hincar codos hasta los 27.
Pero no había nacido yo para eso.
A veces a escondidas, con el poco maquillaje que tenía mi madre, intentaba delinear el ojo, pintarme las pestañas y perfilar los labios sin salirme del contorno.
Sí, ahora esto último es todo lo contrario. Pero cuando yo tenía 13 años, si te pintabas por encima de tu labio, te llamaban, mínimo, payasa.
Y es que el maquillaje ha cambiado bastante en estos años, pero la esencia sigue siendo la misma.
Y ya que estamos te voy a dar mi primer consejo:
El maquillaje puede ser un arma de doble filo. Si lo usas bien, vas a potenciar lo mejor de tu rostro, pero si lo haces mal, vas a enmascarar tu belleza natural y convertirla en algo artificial. Y me imagino que no quieres eso.
Así que toma nota, porque aunque no sea una profesional, me gusta tanto este mundo, que lo he convertido en una parte importante de mi trabajo.
Y sin parecer vanidosa, no se me da nada mal, así que te voy a enseñar todo lo que he aprendido en estos años.
Índice
Toggle👩 Aprende a maquillarte de forma natural
Sí, de adolescente estaba totalmente confundida. Aplicaba base sin ton ni son, sin saber cuál era la más indicada para mí, no prestaba atención a los puntos de luz, no contorneaba y mi única preocupación era poder tapar el acné.
Con los años aprendí a camuflar las imperfecciones con pequeños toques de corrector y a no usar 3 capas de base de maquillaje.
Lo malo es que lo aprendí tarde.
Verás.
Imagino que estarás de acuerdo conmigo en que llevar una piel natural es la clave de la perfección de cualquier maquillaje.
Luego ya podemos entrar en si te gusta más el acabado mate, o glow, si te gusta hacer contouring o no, incluso en si usar la mejor base de maquillaje del mundo, o dar un toque de color con una BB cream.
Pero el que parezca que no vas maquillada es primordial. Si no, el resultado será una piel sucia, poco pulida y nada trabajada, y eso te hace parecer que llevas una careta. Por no hablar de los años que te echas encima.
👣 Paso a paso
Lo primero que tienes que hacer es llevar una rutina de limpieza impecable. Tengas la piel que tengas. El cuidado facial es un aspecto básico a la hora de realizar un buen maquillaje.
Limpia bien tu piel con un jabón neutro para eliminar la suciedad de tu cutis y el exceso de grasa que hayas acumulado (si es que te maquillas antes de salir por la noche, por ejemplo).
Usa una loción hidratante en caso de que tengas la piel seca, y algún producto oil free si tiendes a crear grasa.
Usa una buena crema hidratante antes de maquillarte dependiendo del tipo de piel que tengas. Si tu crema no contiene FPS, es conveniente que uses una aparte. Más que nada para evitar manchas.
- Prebases
Pueden darte un aspecto 10, pero recuerda que son silicona pura, así que déjalas para momentos especiales. Te ayudarán a preparar tu piel, a tapar los poros, esconder las pequeñas imperfecciones, etc.
Aquí puedes empezar a unificar el tono, así que si tienes la piel de un tono amarillento, utiliza una prebase de color morada. Si eres muy pálida, búscala con un toque rosado. Y si tienes muchas rojeces o granitos, opta por el tono verdoso.
- Corrector
Es el aliado de tu maquillaje. Juntos forman el tándem perfecto para tu piel. Ponlo solo en las zonas donde tengas que corregir, disimular o camuflar.
Usa corrector amarillo para equilibrar las zonas violetas de tu piel como, por ejemplo, las ojeras. El verde tapa rojeces o acné. Con el azul disimularás las zonas de tu piel que se ven amarillentas. Usa marrón para dar un poco de profundidad a tu rostro. Y el blanco para iluminar.
- Base de maquillaje
Escoger la base de maquillaje ideal para ti es esencial. Lleva tiempo encontrarla pero no escatimes en este producto. Es la clave principal de un buen maquillaje.
Dentro de las bases de maquillaje tienes muchas que te van a aportar naturalidad y que son perfectas para el día a día.
Recuerda buscarla libre de aceites si tienes la piel grasa y algo más jugosa si tienes la piel seca. Que tenga factor de protección solar no es del todo importante si la aplicamos aparte.
El color de tu piel va a cambiar dependiendo del estado de la misma, la estación, si tienes algún brote de granitos, etc. pero tu tez tiene un color base que se mantiene. Puede ser fría (si tienden a ser azulada, rojiza o rosácea), cálida (si tiende a ser dorada o anaranjada) o neutra (si está entre ambos tonos).
Al aplicar la base recuerda que lo apropiado es que una vez puesta, desaparezca, que se funda e integre tanto con la piel que ni siquiera tú la veas. Debe adaptarse a tus exigencias.
Y aplícala con una brocha que te facilite el trabajo, que no deje marcas y que haga que quede uniforme.
Como truco extra decirte que no acabes en la mandíbula, baja hasta el cuello para que no se vea ese corte tan brusco que se ve a veces de cambio de color entre una zona y otra.
Anímate con el contouring para afinar las facciones y crear sombras de distintos tonos. Con esta técnica se verá tu nariz más afilada, o tus mejillas más prominentes. En el strobing se juega con el iluminador para dar volumen y brillo.
Fija el maquillaje con polvos traslúcidos siempre que sea necesario. Aplica con una brocha grande y de esta forma fijarás tu maquillaje y reducirás los incómodos brillos de la frente y las mejillas.
- Colorete
El colorete, ya sea en crema o en polvo, potencia tus pómulos y da vida al rostro.
Para aplicarlos, mete los carrillos hacia dentro de la boca. O para que me entiendas, pon cara de pez. Así es más fácil de aplicar porque ves justo donde está tu pómulo y la brocha no pasa de esa zona. Cuando ya lo hagas bien, no te hará falta poner cara de nada.
Difumina el color hacia la sien sobre todo en los bordes para evitar manchas.
Si tienes la piel grasa el colorete siempre debe ser en formato polvo, si la tienes seca, en crema.
Para las pieles claritas es mejor usar colores rosados y naranjas suaves. Para las pieles más oscuras van genial los malvas. Y si la piel es negra, el mejor rubor es el naranja intenso o morado.
💋 Labios
Como toque final a un buen maquillaje llega el momento de pintar los labios.
Usa un delineador para definir la forma y para fijar el color. Luego, aplica un labial o gloss empezando en el centro del labio y extendiendo hacia los bordes para evitar los excesos. Para controlar más los trazos, utiliza un pincel.
Personalmente te aconsejo que si buscas un maquillaje natural, hagas cada paso como si acariciaras la piel de un bebé. Con suaves movimientos, simplemente dejando que el producto caiga sobre la piel, tomando poca cantidad y sin apretar las brochas.
👁️ Ojos
En mi adolescencia no había tutoriales paso a paso, pero tampoco había móviles con cámara 4k (gracias a Dios, porque mis primeros looks de ojos no tendrían hoy desperdicio).
No tenía mucha idea de nada y por mucho que hubiera leído, sobre papel todo parece más fácil.
Pero tenía que empezar por alguna parte. Y no tuve otra idea que empezar por los ahumados. Ahí, discreta. Un ahumado cuando no sabía ni lo que era una sombra de transición.
Di tú, que siempre tuve más o menos maña, pero aún así, salía algunos sábados que parecía que venía de vuelta más que de ida. Porque un ahumado que no está bien trabajado es, es… como haberse levantado después de una larga siesta con el maquillaje hecho.
Aquí vas a necesitar paciencia y práctica.
Por suerte, tú cuentas con miles de canales en Youtube en los que puedes ver cómo difuminar una sombra, o cómo hacer un cut crease.
Pero no hagas como yo y te lances a por lo más difícil.
Empieza recreando looks sencillos, con tonos cálidos, para que vayas cogiendo práctica en el movimiento de los pinceles. Según la forma de tu ojo, algunos te serán más fáciles de usar que otros. Y haz mucho hincapié en el difuminado. Créeme, es primordial para cualquier tipo de look, ya sea de día o de noche.
Si estás empezando usa un solo color para la zona del pliegue y otro para la zona central y superior, utiliza una gota de iluminador sobre tu lagrimal para que tu ojo parezca mucho más brillante y grande, y tendrás como resultado un look sencillo que despertará tu mirada en un par de pasos.
- Eyeliner
El eyeliner es el momento más temido.
Anda que no habré destrozado yo looks perfectos cuando me tocaba delinear. Pero esto solo se cura con práctica.
Sé que es la palabra más repetida en este artículo, pero es que es así. La práctica es fundamental para crear un delineado perfecto.
Empieza primero usando un lápiz, te será más sencillo y se puede borrar fácilmente en caso de error. Cuando tengas más práctica pásate a los delineadores líquidos que te darán un color más intenso y duradero.
- Máscara de pestañas
Y el último paso y más importante para mí, la máscara de pestañas.
Aplica una capa evitando crear grumos, y si ves que quieres más volumen, haz una segunda pasada en las puntas.
Para un toque natural, utiliza un rímel marrón oscuro, pero si lo que buscas es enmarcar tu mirada, apuesta por la máscara de pestañas negra.
Si aún así necesitas más, siempre puedes recurrir a las pestañas postizas, aunque para un look natural no te las recomiendo (a no ser que las uses de forma individual).
¡Ah! Nunca olvides usar rizadores de pestañas, notarás la diferencia.
Una vez tengas controlado el difuminado, el eyeliner y la mezcla limpia de sombras, ya estarás preparada para crear looks de noche.
🤨 Cejas
Para mí, esta es la parte principal de todo maquillaje. Tengo una obseción muy grande con las cejas, eso es verdad.
Pero es que unas cejas bien definidas, resalta no solo los ojos y el rostro, sino que simplemente con este paso, ya tienes otra cara. Por no hablar de lo que resalta un buen look de ojos.
Yo recuerdo que antes se llevaban las cejas muy finas, como dos hileras de hormigas, y claro, yo me las depilé más de la cuenta. Bueno, una amiga más bien que pilló las pinzas y me dejó unas cejas que parecían 2 rayas hechas con rotulador de punta fina para hacer lettering.
Eso me lo hace hoy, y voy con las pinzas como prueba del delito a la comisaría más cercana.
Años he estado para recuperar mis cejas aplicando cada noche aceite de ricino.
Y ahora que ya están, casi como las tenía, tengo especial cuidado en la depilación.
Así que te voy a dar un consejo. Aunque hoy día se llevan las cejas bien marcadas, piensa que cada rostro necesita un estilo diferente, su estilo.
No quites de más, tu propia ceja te indica lo que sobra y lo que no. Solo quita los pelitos que no están en su sitio y de esta forma el maquillaje de cejas será coser y cantar.
Usa un lápiz de cejas del color más parecido a tu cabello (también puedes usar un pincel biselado y una sombra de ojos), rellena los pequeños huecos que tengas, y ve definiendo para definir su forma.
Puedes utilizar un gel con cepillo para peinar los pequeños pelos y que se queden fijos. Aunque esto no es del todo necesario.
🙋♀️ Conclusión
Para acabar me gustaría darte algunos consejos más.
Si eres joven, no te cargues demasiado de maquillaje. Con tu edad no necesitas demasiado, al menos para ir a clase o a trabajar. Luego de noche para ir de fiesta es diferente.
Si por el contrario quieres aprender a maquillarte a los 40, te digo lo mismo que si tuvieras 20. Demasiado maquillaje echa años encima, así que menos es más.
No apliques demasiado polvo porque solo vas a conseguir que se marquen más tus arrugas o líneas de expresión, y aparca un poco los ojos muy marcados para momentos concretos o para la noche. No te eches años encima por llevar un smokey eyes a las 10 de la mañama.
No sufras por gastar dinero en buenas brochas de maquillaje. Más que un gasto es una inversión. Una buena manta de brochas facilitarán mucho el trabajo. Un pelo suave y que no se cae hace que trabajes mucho mejor cualquier look.
Por supuesto, tenlas siempre limpias para que el acabado sea el que buscas. Trabajar con material sucio no hace más que entorpecer el paso a paso de cada maquillaje.
Los pequeños trucos de maquillaje son fundamentales para que el resultado sea impecable y duradero, y eso empieza por una buena rutina de cuidado, tal y como te he dicho al principio.