Si vendiera cada uno de mis pendientes a 1€ podría comprarme una caravana para recorrer el mundo en ella.
Bueno, igual solo me da para una bicicleta, pero la exageración es la única forma que tengo de que te hagas una idea de la cantidad de pendientes que invaden los cajones de mi vestidor (si me siguieras por redes, los habrías visto alguna vez. Eso te pasa por no hacerme caso)
Y es que es algo que siempre he adorado.
Salí del hospital recién nacida con los agujeros hechos y desde entonces, no concibo mi vida sin ellos.
Recuerdo que cuando era niña me quedaba embobada viendo en la tele a modelos y actrices en entrevistas, para ver cómo se les movían los pendientes de un lado a otro. Y es que siempre me han gustado mucho los pendientones, como decía mi madre, los pendientes grandes que por aquel entonces a mi no me dejaban llevar.
Los primeros pendientes que tuve largos me los compré para una Nochevieja. Aún los guardo. Ya son muy antiguos pero no puedo deshacerme de mis primeros pendientes de mujer hecha y derecha.
Luego llegaron mis primeros pendientes de aro. No me los quitaba ni para dormir. Me sentía mayor con ellos puestos. Me sentía con clase, con estilo, como recién salida de un vídeo clip de Madonna (sí, una tiene más años ya que las cosas doradas). Y en el instituto, mis amigas los miraban con un poquito de envidia porque, aunque está mal que yo lo diga, siempre me han favorecido mucho a la cara ese tipo de pendientes.
Después de esos aros de oro, empezó mi colección y aún no he acabado con ella.
No sé si te has fijado este año, pero si echas un vistazo a los desfiles primavera/verano 2023, te darás cuenta de cómo los penitentes se alzan como los grandes protagonistas si hablamos de accesorios.
Incluso, en algunos casos, acaparando todas las miradas del estilismo. Y es que en muchos casos pasan de ser meros acompañantes decorativos de un look a ser indispensables.
Yo en invierno suelo usarlos más pequeños porque me molestan si llevo jerseys de cuello alto, abrigos grandes o bufandas, pero cuando llega el verano, empiezo a sacar toda la joyería pesada de mis cajas y, obviamente, caen algunos nuevos más.
Y es que en verano, con el cuello despejado de ropa, y el pelo recogido, es cuando más me gusta llevar todo tipo de pendientes, así que voy a contarte cuales son mis preferidos y en qué momentos me gusta llevarlos.
Pendientes de aro
Los veo muy adecuados para ocasiones especiales, como bodas y celebraciones de todo tipo en general.
Un clásico que resulta glamuroso, pero que te aconsejo que huyas de los modelos muy recargados, ya están pasados de moda y resultan muy ostentosos si las celebraciones o ceremonias son religiosas.
Apuesta por los nuevos diseños y si no son demasiado grandes podrás llevarlos luego perfectamente en tu día a día.
Trepadores
Este tipo de pendientes me encantan porque son juveniles, sientan fenomenal y están de moda.
Los pendientes trepadores son una pieza de joyería con un diseño singular e innovador que al colocarse en el lóbulo de la oreja da la impresión de que llevas múltiples perforaciones a lo largo del cartílago. Pero en realidad es uno solo. Me parecen lo más.
Y es que con ellos completas tu outfit más sencillo sin necesidad de nada más. Estos me encantan para salir, para el verano, y porque es una forma de llevar cada oreja de forma distinta y eso mola. Aunque también tienes la opción de usar un pendiente trepador en cada oreja.
Ear Cuff
A lo mejor no te suena su nombre pero seguro que sabes cuales son.
Los ear cuffs son un tipo de pendiente que no necesitan tener agujero en la oreja. Se usan en el cartílago y puedes ponerlo a la altura que prefieras y como más te guste. Hay algunos ear cuffs que se ajustan a presión, otros ya tienen medidas estándar y son muy fáciles de usar, solo tienes que ponerlo en la parte superior de la oreja y colocar en tu altura favorita.
Piercing
Este tipo de ‘piercing’ se ha puesto muy de moda entre la creme de la creme de Hollywood.
Cada vez son más las mujeres que, no sólo se hacen un segundo pendiente, sino que prueban con ubicaciones originales para sus ‘piercings’.
Pero te advierto una cosa, el secreto para conseguir un estilo cool como el de ellas recae en optar por pendientes con diseños bonitos y de buena calidad, obviamente, que combinen entre sí para que lleves las orejas más bonitas del mundo.
Chokers
Por cierto, tengo que incluir en la joyerías para verano, los chokers. Soy de las que piensa que si llevas mucho pendiente el collar te sobra. Y viceversa. No me gusta ir como un árbol de navidad por la vida con todos los complementos porque lo veo, un poco catetillo, la verdad.
Pero hay un collar que sí veo muy apto para todos estos pendientes que acabamos de enumerar, los chokers.
Los chokes son un tipo de collar gargantilla, en muchas ocasiones con forma rígida, que queda a media altura del cuello. Es una forma muy sensual de vestir esta parte del cuerpo con una joya sin que interfiera de más con los pendientes.
Si estás en mi equipo y eres de las que pierde la cabeza por las joyas en verano, espero que este artículo te haya servido de ayuda para conocer un poco más los diferentes tipos de pendientes que tanto favorecen en estos meses. Si te viene a mis redes, te enseñaré muchos a lo largo de esta estación que acaba de arrancar.
Muchas gracias por haber llegado hasta aquí y nos vemos muy pronto con mucho más contenido beauty.