El uso de aceites esenciales como parte de la cosmética natural se ha popularizado de manera importante en los últimos años. Recordemos que la cosmética natural aboga por productos orgánicos, aquellos que están formulados a partir de ingredientes naturales: animales, microorganismos o minerales.
En muchos casos se va incluso un paso más allá, cosmética natural y vegana, que es cuando esos productos de belleza no contienen ingredientes procedentes de animales ni de derivados, como la leche o la miel. También está la cosmética natural cruelty free, la que no experimenta con animales.
En todos estos procesos ganan mucho terreno los aceites esenciales. A pesar de que no se trata de una práctica novedosa, pues acudir a estos productos es algo que ya se hacía en el Antiguo Egipto, la realidad es que un correcto uso de estos aceites ayuda a lucir una piel luminosa, hidratada y suave.
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Toggle🍃 ¿Qué son los aceites esenciales?
Los vegetales aromáticos, ya sean plantas o árboles, contienen esencias, es decir, sustancias que aportan ese aroma tan característico. La extracción de esas esencias en forma de aceite, algo que puede hacerse desde el tallo o las raíces, pero también en hojas y flores, conforma un componente esencial de muchos cosméticos y productos de belleza.
Muchos aceites de este tipo están compuestos por sustancias químicas con propiedades que protegen al vegetal frente a ataques de hongos, bacterias y plagas. La industria cosmética ha sabido sacar partido de estos procesos para tratar problemas comunes de la piel como el envejecimiento, las manchas, las arrugas, la celulitis, la sequedad o el acné.
La mayoría de aceites esenciales se obtienen utilizando las técnicas de destilado y presión en frío. Con ellas se obtienen los componentes necesarios que contienen las plantas y se conservan esas propiedades.
Un uso correcto de aceites esenciales puede dar lugar a fórmulas de belleza muy potentes, pero es importante diferenciar estos de los aceites vegetales. Ambos son Aceites cosméticos, pero los vegetales se obtienen por presión de frutos y semillas. Su composición mayoritaria son ácidos grasos.
🤔 ¿Cómo se aplican los aceites esenciales?
Los aceites esenciales contienen extractos de plantas muy concentrados. Su pureza es muy elevada y conviene utilizarlos con cierta precaución. Es aconsejable no aplicarlos de manera directa sobre la dermis, sino mezclarlos con un aceite portador.
Los aceites vegetales de almendra, de sésamo o de albaricoque son buenas opciones. El laboratorio Marnys cuenta en su catálogo con muchos de estos aceites, por ejemplo el de rosa de mosqueta, que utiliza la rosa mosqueta como aceite vegetal portador y lo complementa con esencias 100% naturales.
La realidad es que existen tantos aceites esenciales como plantas aromáticas, así que elegir el que más se adapte al tipo de piel o circunstancia dermatológica no es fácil. Los fabricantes suelen señalar cuál es la dosis máxima recomendada, así como el modo de empleo. En su mayoría, estos cosméticos complementados con esencias aromáticas actúan favoreciendo la hidratación de la piel.
Por otra parte, salvo excepciones, como el embarazo o la lactancia, su uso es aconsejable en todo tipo de pieles y pueden formar parte de todo tipo de cosméticos, desde tónicos faciales y capilares hasta aceites para masajes, corporales o en otros productos relacionados. Véase el caso de los repelentes de mosquitos y las pastas dentales.
🔝 ¿Qué tipos de aceites esenciales son los más comunes?
A pesar de que existe una amplia variedad de estos productos formando parte de cosméticos, o bien como productos independientes en esta industria, algunos sí son muy conocidos. El aceite de argán es uno de ellos. Se emplea indistintamente en el cutis y el cabello y ayuda a fortalecer también las uñas.
El de coco es un buen desmaquillante. Es un potente agente hidratante y elimina las impurezas. Su olor es muy agradable. El aceite de semillas de uva es rico en vitaminas y azúcar, es un muy buen exfoliante.
El de rosa mosqueta, ya comentado anteriormente, contribuye a conseguir una piel más suave, más agradable al tacto. Contienen una alta proporción de ácidos grasos y pigmentos: caroteno y licopeno.
Estos productos pueden añadirse de manera externa a los cosméticos de uso diario, como las cremas hidratantes. Pero siempre debemos tener algo en consideración, y es que la garantía de que son aceites esenciales es su prensado en frío, que es lo que permite conservar sus propiedades naturales.