Es curioso cómo vas adaptando los consejos y manías de tu madre conforme te haces adulta, ¿verdad?
No sé si a ti te pasa, pero es ir cumpliendo años y sentir que, sin darte cuenta, haces y dices muchas cosas tal y como hacía tu madre.
No sé si nos sale de tantas charlas aguantadas en la adolescencia o es algo que llevamos implantado en los genes y que empieza a hacer aparición a partir de los 30 (más o menos).
Y sé que te estarás preguntando a santo de qué viene esto, ¿no?
Pues verás.
Cuando empecé a trabajar, me volví una loca de las compras. Imagina, 19 años, cero obligaciones y una latente afición por coleccionar maquillaje, ropa y zapatos.
¡Madre mía los zapatos!
Siempre han sido mi debilidad, mi talón de aquiles (nunca mejor dicho).
No sé si contarte que he llegado a tener más de 100 zapatos en casa, y digo en casa porque no había zapatero o habitación que no estuviera lleno con cajas de mis adorados zapatos.
Soy consciente que es una afición que compartimos muchas mujeres y es que, ¿quién no se enamora de algún par cada vez que pasa por el escaparate de una zapatería?
Con los años, la cifra ha descendido. No porque ya no me gusten sino porque ahora tengo una casa a la que echarle billetes, gastos, letras, coche… en fin, esas ataduras que llegan a partir de los 30 también.
El caso es que, por aquella época, yo compraba fuera de mi ciudad muchas veces prendas y calzado, que vete a saber tú de dónde eran, y no le daba valor a lo hecho en España ni al comercio local.
Pero para eso estaba mi madre, que después de decirme: «qué cosa más bonita hija, que lo disfrutes con salud», me soltaba la chapa de por qué había comprado fuera de mi ciudad con las cosas tan bonitas que había, o por qué no había comprado prendas hechas en España porque había que ayudar a lo que era de aquí.
Obviamente esto para mí era como cuando me decía no fumes, en casa temprano, no te sientes así que te deformas la columna…yo, caso omiso.
Hasta ahora.
Hoy soy consciente de la razón que llevaba en este sentido. Bueno, en este y en todos.
Ahora sé que no hay nada mejor que echar una mano, o un pie en este caso, a lo nacional. Es como comprar en la tienda de la esquina y no en un centro comercial, o como cortarte el pelo en la peluquería del barrio y no en una franquicia. Estás ayudando a los currantes con menos recursos.
Con esto no quiero decir que vea mal o me niegue a comprar artículos de otros países, pero siempre que puedo, ayudo a los de aquí.
👠 Los mejores zapatos hechos en España
Cuando camino por mi ciudad me doy cuenta de la cantidad de zapatos que se fabrican aquí, porque de cada 3 negocios, 2 son zapaterías, y eso no tiene más remedio que ser por la amplia demanda y por la cantidad de fábricas y especialistas que hay en este sector.
La lista es interminable.
Pero si hay una de ellas que apostó por los zapatos hechos en España es Bravo Java, que con un 70% de calzado nacional, es una de las firmas con más renombre en nuestro país.
Yo, desde aquí, te invito a que cuando compres zapatos, mires la procedencia, que descartes lo hecho en China, que además de durarte 2 paseos (contados), van a perjudicar lo más preciado que tienes para desplazarte, tus pies.
Además, cuando miras detrás de la etiqueta, conoces la historia de la marca, como se han formado, cuantos años llevan en la lucha de la llegada a lo más alto y de la permanencia.
Te das cuenta que detrás de un “simple” zapato hay ilusión, trabajo, esfuerzo y una dedicación de años para brindarte lo mejor.
Hazme caso, la próxima vez que vayas a comprar, por internet por ejemplo, pincha en «quiénes somos». Es una forma de entender lo que te digo. Una forma de conocer la dedicación que hay tras una firma de calzado o de cualquier otra cosa. Es comprender lo duro y difícil que es para muchos cumplir un sueño, y no sé tú, pero si yo comprando zapatos en España contribuyo a que uno de esos sueños se vaya cumpla, caminaré como niña con zapatos nuevos.
✅ Las razones
Hay personas que, por causas económicas o porque no se han parado a pensar, prefieren adquirir zapatos con un precio bajo. Por norma general están fabricados a mogollón, fuera de nuestras fronteras. En China por ejemplo.
Para mí, el error más grave que tiene comprar zapatos baratos es que son de baja calidad, los materiales no son buenos y eso lo sufren los pies.
Más de una vez he comprado un zapato que solo he podido ponerme una vez.
Y es que hay fabricantes que odian tanto los pies de las mujeres que crean pequeños torturadores de dedos y empeines que te hacen terminar el paseo como un escalador llegando a la cima del K2, al que le cortan los pies y ni se entera.
Un dolor de pies es un horror y un material de mala calidad causa ampollas, rozaduras, callos… por no hablar de las malformaciones que puede crear.
A más de una conozco yo que ha tenido hasta que operarse de juanetes y pies deformados por usar un calzado inadecuado durante años.
Por eso te voy a dar mil y una razones para que te plantees empezar a comprar productos hechos en casa.
Bueno, he exagerado con lo de mil, pero te voy a dar 7 razones que igual nunca te has planteado, y que seguro te harán entrar en razón y empezarás a comprar calzado made in Spain.
- El primer motivo para comprar zapatos hechos en España es que cada uno de sus materiales tiene una alta calidad. La piel y el cuero son los elementos principales de estos productos y el proceso de fabricación es exhaustivo.
- Su comodidad es otra de las bases principales, ya que puedes llevarlo durante horas ya que se adapta a tu pie sin problema.
- Una razón de peso es la colaboración, ya que cuando el zapato está «hecho en España» estás colaborando en la mejora de la economía del país. Además, contribuyes también con otras empresas de forma indirecta.
- Hay diseños de todo tipo, desde los zapatos más cómodos hasta los más festivos, sin contar el calzado deportivo, las sandalias, los zapatos de tacón, etc.
- Muchas de las fábricas de zapatos de España tienen en su plantilla creativos y diseñadores que están especializados en crear diseños con las últimas tendencias de moda.
- Los controles de calidad y seguridad de los zapatos españoles cumplen con todas las normativas europeas e internacionales, lo que garantiza calzado libre de productos alérgenos y sanos para nuestros pies.
- Y una cosa muy importante, son más ecológicos, porque al reducir de forma considerable el transporte desde la fábrica hasta el consumidor, contamina menos.
Como dato añadido te diré que España es uno de los países que más zapatos exporta, y eso es porque la calidad y buen precio se nota más allá de nuestras fronteras. Y claro, por ahí, tontos no son.
Espero que a partir de ahora compres calidad y de paso eches una mano a nuestros fabricantes, almacenes, tiendas, distribuidores… estoy segura que no te vas a arrepentir de pisar con garbo.