Cuanto más alto y estrecho es el zapato más me gusta a mí.
Te habla mi yo del pasado.
Bueno, todavía me gustan eh, pero ya apenas los uso.
Y te voy a dar 6 razones por las que ya no me pongo tacones:
- Malformaciones en los pies.
Es posible que los podólogos se froten las manos, pero lo cierto es que ellos siempre advierten de los problemas que conlleva usar tacones. Juanetes, durezas, dedos martillo y deformaciones varias que provocan los zapatos altos.
- Lesiones de tobillo como esguinces y fracturas.
¿Nunca te ha pasado que te sientes inestable sobre unos tacones? Pues piensa en los tobillos. En una de esas puedes torcerlo, o peor aún, partirlo.
- Artrosis.
Nunca me lo planteé hasta que leí que el uso continuo hace que arqueemos las piernas a la altura de las rodillas. Este fuerzo deteriora articulaciones y provoca artrosis de rodilla.
- Tensión en el tendón de Aquiles.
La postura que adquirimos cuando llevamos tacones acorta tanto la longitud de este tendón, que puede que incluso luego nos duela llevar zapato plano.
- Mala circulación.
La circulación de retorno se dificulta y provoca la retención de la sangre en las extremidades inferiores. Esto provoca piernas hinchadas, retención de líquidos… y a la larga puede ser el culpable de las temidas varices.
- Tensión y dolor lumbar.
La espalda es otra gran perjudicada. La inclinación que provocan en los tobillos, rodillas y cadera hace que cambie la postura del cuerpo y la espalda se curva. Como consecuencia tenemos tensiones musculares y dolores lumbares.
Y te puedo dar una más.
El malestar después de llevar varias horas con tacones es tan grande que provoca un dolor de pies insufrible.
Yo he llegado a padecer hasta mareo y náuseas después de muchas horas en la calle sobre 10 centímetros de tacón.
Por no hablar de las ampollas y rozaduras que hacen los zapatos de tacón de verano. Así que me cambié a otro calzado más cómodo hace algunos años. No me apetecía seguir sufriendo cada vez que salía.
No quería llegar a casa casi llorando del dolor de pies. Y tampoco quería perderme una fiesta sentada en un taburete mientras todos bailaban porque a mí me levitaban mis pinreles.
Así que me cambié al zapato plano y en el caso de las sandalias planas para verano encontré mi mayor aliado.
Son cómodas, frescas, me permite estar todo el día (o la noche) sin dolor, me evito las ampollas y llego a casa sonriente y no cagandome en el fabricante que diseñó mi zapato.
Sé que a veces parece que si no llevas un tacón de aguja no vas arreglada del todo. Sé que estiliza, que te hace sentirte más alta y guapa, pero si pones en una balanza los pros y los contras, yo me quedo con mis sandalias planas.
El caso es que me he propuesto en este artículo convencerte de que te cambies a lo plano por salud. Y voy a demostrarte que puedes ir igual de guapa que con tacón. Hoy día las sandalias planas son igual de bonitas que cualquier otro zapato y te pueden hacer sentir igual de estilizada.
¡Y cómoda!
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Yo siempre he sido de taconazo. Siempre. He pasado mis días en un andamio constante. No me veía bien si iba en plano.
Pensaba que no estaba completa para salir de fiesta, cena, o a cualquier parte arreglada y maquillada sin mis tacones.
A veces, tenía los pies doloridos por el día anterior y pensaba en usar algo cómodo al día siguiente, pero me miraba al espejo y no me gustaba.
Con los años me di cuenta que mi madre tenía razón.
Bueno, con los años me di cuenta que tenía razón en todo lo que me aconsejaba.
Pero el darnos la hostia nosotros solos lo tenemos de serie en los genes.
El caso es que llegó un momento en el que dije “hasta aquí”, ya no puedo martirizar más mis pies. Y ahora se me van antes los ojos por una sandalia plana que por un tacón.
¡Ojo! Que tengo algunos eh, y todavía los uso, pero solo cuando voy del coche al restaurante y del restaurante al coche.
Ya solo me los pongo en momentos concretos y cuando voy a estar más sentada que de pie.
Y te digo una cosa:
Hoy día, las sandalias planas son espectaculares de bonitas. Antes no pasaban del sota, caballo y rey, pero ahora es difícil elegir. Los diseñadores y fabricantes se han puesto las pilas para que vayamos divinas de la muerte y cómodas al mismo tiempo.
Y la verdad es que no tengo predilección por ninguna en concreto. Bueno, siendo sincera sí que le hago ojitos a unas más que otras. A las que se agarran al tobillo sobre todo.
Me dan seguridad y adornan un montón el pie e incluso la pierna si son un poco altas.
Aunque tengo tantas que no sabría decirte cuales me gustan más.
⚫ Negras
Te recomiendo que tengas, al menos, unas negras en tu zapatero.
En realidad, te recomiendo que tengas algo negro de todo.
Es el color que te saca de apuros, que pega con todo, que estiliza, e incluso que aparentemente te hace ver el pie más chiquitín.
Y por si te faltan ideas para combinarlas, aquí van unas cuantas.
- Para el finde.
Ponte unas sandalias planas negras con un top corto blanco y un peto vaquero de color claro para un look agradable de fin de semana.
- Outfit de tendencia clásica.
Combina las sandalias con una camisa de vestir verde oliva, por ejemplo, y unos pantalones pitillo negros.
- Look informal.
Un top y una falda larga junto a unas sandalias negras te hacen lucir un look informal que puedes usar para miles de ocasiones.
- Look formal.
Si buscas un look formal combina un top con hombros descubiertos negro con unos pantalones anchos, tipo palazzo, azules para conseguir una apariencia relajada pero chic.
- Para ir de fiesta.
Para salir de fiesta puedes optar por combinarlas con un pantalón chino negro, alguna camiseta básica y una chaqueta tipo motera para complementar tu atuendo.
Combinan genial con pantalones de lino, ropa fresca de verano, vaqueros, monos, vestidos e incluso con blazer.
🟡 Doradas
Me encantan las sandalias doradas para el verano.
Es un color que puede parecer arriesgado y es probable que no esté entre tus favoritos, pero cuando tengas algunas en casa, verás como te apetece combinarlas con todo.
- Look desenfadado.
Combina una blusa de manga corta blanca y unos short vaqueros azul marino con unas sandalias planas doradas. El look perfecto para un toque desenfadado y veraniego con el que patearte las calles de una gran ciudad.
- Look informal.
Apuesta por un total look blanco con top o jersey de media manga y unos pantalones anchos blancos para convertir tu look diario en algo cómodo e informal con el toque de glamour que le otorga la sandalia dorada.
- Para momentos espaciales.
Para momentos especiales te recomiendo que uses un vestido recto, de color violeta por ejemplo, que combina muy bien en color con tus sandalias planas doradas. Un look de 10.
Un vestido largo, sencillo en color azul eléctrico quedará perfecto también para el día a día o para momentos especiales. Solo tienes que cambiar los complementos.
Los vestidos cortos de estampados son otro acierto con esas sandalias.
⚪ Plateadas
Después de las negras, este color es otro de los obligatorios.
Me flipa como quedan unas sandalias planas en verano de color plata cuando estás morena. Tiene mucho rollo y no me dirás que no son lo más para salir de fiesta con ellas.
¿Quién necesita tacón teniendo unas sandalias plateadas?
- Mira qué sencillo. Un mono negro un mono y un par de sandalias planas plateadas y estás que lo rompes para salir.
- Unos leggings oscuros con una camiseta básica transmiten una vibra libre y relajada.
- Perfectas para llevar con ropa blanca como por ejemplo vestidos o faldas midi.
- Para un look súper veraniego, combinalas con un short azul y una camiseta de rayas.
- Y por supuesto con vaqueros y algún top divertido.
Y el mundo de las sandalias planas no queda aquí.
Ojalá.
Así no sería mi ruina.
El mundo de las sandalias va mucho más allá y nos ofrece además todo tipo de colores y estilos. Sandalias completamente planas o con un poco de plataforma. De estilo deportivo, genial para perderte por los pueblos y sus calles. Las sandalias cogidas al tobillo con estampado tipo animal print son la caña porque vas arreglada lleves lo que lleves. E incluso las tienes con un poco de tacón.
Hay de todo, como en botica.
Consejos
Me gustaría terminar diciendo que no le prestes atención a tus pies solo en verano. Usa cremas y mascarillas específicas para pies. Exfolia y pasa de vez en cuando una piedra pómez para que estén suaves siempre.
El hecho de que sea plano no asegura que sea cómodo. Hay zapatos que no están hechos de buen material y al final acabas destrozada igual que con los tacones. Busca buenas marcas y zapatos de calidad.
Es posible que algunas te puedan crear pequeñas rozaduras porque tengan muchas tiras o el material sea muy grueso. Si es así, toma el consejo de las abuelas: unta crema hidratante en los bordes, costuras, y partes de las sandalias que puedan hacer daño. Realiza un ligero masaje para que el material se suavice.
Y en caso de que llegues a casa con los pies cansados, pues ya sabes, agua y sal gorda.
Y yo no tengo nada más que decirte.
Bueno sí.
Recalcar el daño que hacen los tacones, no solo en los pies sino en tu salud.
Sé que la mayoría somos muy de antes muerta que sencilla pero te digo por experiencia que mejor sencilla que muerta, ¿no crees?
Una sandalia plana en verano es imprescindible para disfrutar la estación a tope sin miedo a no poder dar un paso por dolores.
Hazme caso.