Cuando miro mi armario del baño y veo la cantidad de productos que uso, suelo pensar en mi abuela.
Ella hacía toda la limpieza facial, corporal, e incluso capilar, en un simple paso y con un simple producto; una pastilla de jabón.
Hoy tenemos infinidad de cosmética para cada zona de nuestro cuerpo pero, ¿realmente necesitamos tanto? Porque si te digo la verdad mi abuela tenía un cutis de anuncio usado su jabón de siempre.
Yo he comentado alguna vez que, cuanto menos pasos doy en mi rutina diaria, mejor veo mi piel y eso me lleva a plantearme hacer lo que hacían nuestras abuelas.
Pasar a lo natural y básico.
Y no pienses que por ser básico es malo, o simple. Las cosas básicas son las que nos salvan la vida. Y si no, piensa en cuántas veces ese “simple” vestido negro, que tienes en el fondo del armario, te ha sacado de apuros.
Además, por suerte, hoy día tenemos la ventaja de tener un sinfín de productos naturales al alcance de la mano.
Para mí, una de las marcas referentes en el sector son los jabones Zorro D’Avi, y es que en lo natural, también hay que buscar calidad.
🧼 Jabones naturales en pastillas
Imagina, mientras lees, lo que te voy a describir.
Piensa en una fábrica de jabones con un proceso de fabricación delicado, y con una elaboración en frío para mantener intactas las propiedades de los ingredientes de los productos.
Piensa en esas mezclas delicadas que se unen y se van solidificando y endureciendo, mientras alguien, de forma manual, lo va cortando de uno en uno.
Imagina ahora cómo se llevan esa pastilla de jabón, que está hecha para ti, a un lugar apartado para que madure y tenga una curación lenta, de 8 largos meses, concretamente.
Luego, se acondiciona tu jabón nuevamente, con unas herramientas especiales, y se corta y empaqueta, con materiales reciclados, para que llegue a tu casa y, una vez en tus manos, empieces a beneficiarte de todo su poder.
Percibe ese olor al llegar a tu casa.
Ese olor natural a plantas, a romero, a lavanda, a tomillo…
Te dan ganas de ir a probarlo ya ¿verdad?
Y te digo más, lo bueno que tienen los jabones naturales es que poseen muchos beneficios, de la propia naturaleza, para favorecer tu piel y para combatir sus problemas.
Si tienes acné, la piel extremadamente seca, o sensible, tienes una planta dispuesta a combatir, desde la naturalidad, esos problemas y ofrecerte sus beneficios.
Otra de las ventajas de los jabones naturales es que no contaminan.
Nuestra cosmética y productos de cuidado diario están llenos de derivados del petróleo.
Eso ya lo sabes porque cada vez que hago alguna reseña, vemos a fondo sus ingredientes y comprobamos juntas que -algunos- son toda una odisea al petróleo y sus derivados.
Y ojo.
No quiero decir con esto que yo esté en contra de usar la cosmética comercial que encontramos hoy día.
Hay verdaderas joyas para la piel envasadas y con ingredientes como alcoholes o químicos que funcionan de maravilla.
Pero si digo que es hora de pararse, pensar, y comprobar qué es lo que realmente necesita nuestra piel y optar por la opción que mejores beneficios le aporte. Y entre ellas está la cosmética natural y por supuesto, los jabones.
Y es que volviendo a lo que decía en las primeras líneas, mi abuela solo usaba jabones naturales y estaba estupenda y yo, cuando hago lo mismo, siento que mi piel lo agradece enormemente.
Por ello, últimamente, me planteo que el hecho de aplicar 4 productos antes de dormir no es tan bueno como yo pensaba sino que más bien lo que hago es ahogar mi piel y no dejar a ninguno que haga su función.
¿Estás de acuerdo conmigo?
Aparte de que pienso que no es bueno usar tanto porque la piel me está demostrando que con menos es más feliz. Piensa también, por ejemplo, en lo que se contamina con todo lo que usamos cada día.
Medita en tus hábitos de higiene y de cosmética. ¿Crees que es buena idea utilizar tantos productos distintos? ¿Cuántas cosas usamos al cabo del día? Champú, gel, pasta de dientes, desodorante y un largo etc.
Pues todo ello luego se convierte en un mar de plásticos.
No sé si conoces el término Zero Waste.
Pues, aunque suene a peli del oeste, es un movimiento que se basa en la regla de las 5 erres:
- Rechazar lo que no necesitamos.
- Reducir lo que necesitamos.
- Reutilizar los envases y materiales.
- Reciclar, optando por el consumo de segunda mano.
- Y rot, que significa descomponer la materia orgánica para obtener abono natural.
Nuestra cultura del “usar y tirar” es muy cómoda sí, y lo hacemos sin pensar. Pero al ritmo que llevamos estamos provocando serios problemas medioambientales.
Así que si podemos poner un granito de arena e introducir en nuestra rutina de cuidado de la piel jabones naturales ¿por qué no hacerlo?
Así, además de no contaminar, y de limpiar como ningún otro producto, ayudaremos a la piel a mantener los aceites naturales, a que esté hidratada, elástica y suave.
No sé cómo lo verás tú pero yo veo un trueque buenisimo.
Y aunque estos también se vayan por el desagüe, no contaminan mares y océanos ya que son totalmente biodegradables, y como además los puedes encontrar sin envases, o con envases de cartón reciclado, no generan residuos.
¿No te parece ideal?
Lo mejor para tu piel y encima contribuir con el medio ambiente no nos va a convertir en héroes pero sí que hará que podamos devolverle a la Tierra algo de lo que ella nos da.
Que no es poco.
Espero que te plantees adoptar unos hábitos de higiene y belleza más saludables y sostenibles, y a ser consciente de que nuestros actos diarios pueden salvar el planeta.
Al alcance de tu mano tienes la opción de dejar envases y químicos y pasarte a lo que tu propia abuela, o madre ha usado durante años, la cosmética natural y los jabones naturales.
Como ves, no es difícil, tan solo hay que querer.
¿Te animas?