La piel es el órgano de nuestro cuerpo más importante, y apenas le damos importancia. Sin embargo, es el vivo reflejo de nuestro bienestar, por lo que es fundamental que la cuidemos muchísimo.
Hidratarnos cada día debería ser nuestra prioridad ya que, la piel absorbe lo que comemos y lo que bebemos. Darle unos cuidados extra como hidratarla con cremas o tratamientos estéticos no está de más.
Llega el verano y las exposiciones al sol son más frecuentes, la piel está más sensible y necesita mucho más cuidados.
¿Cómo preparar mi piel antes del verano?
Para que nuestra piel llegue fuerte, sana y bonita al deseado verano es conveniente conocer todas las opciones que tenemos a nuestro alcance.
Los pasos más importantes para tener un tono bonito, uniforme y un tacto sedoso son: la exfoliación, la nutrición e hidratación, y la protección solar.
Hidratación
Es muy importante hidratar tu piel cada día. Ya sea por las mañanas después de lavarnos la cara o salir de la ducha, como por las noches antes de acostarnos y después de nuestra limpieza facial.
Pero si lo prefieres puedes acudir a un profesional para que te ayude a preparar tu piel para el verano.
Hay muchos tratamientos realizados por profesionales que te ayudarán a tener la piel mucho más hidratada, luminosa y joven, como es el caso de la redensificación dérmica. La redensificación es un tratamiento con ácido hialurónico no invasivo, que mediante inyecciones hidrata la piel del rostro y escote y corrige los signos de la edad. ¿A qué esperas a probarlo?
Exfoliación
La exfoliación es muy importante si quieres gozar de una piel sana. Eso sí, no debes hacerlo en exceso. Con exfoliarte la piel 1-2 veces por semana es suficiente. Si tienes la piel sensible puedes realizarlo cada dos semanas.
La exfoliación ayuda a eliminar células muertas en la cara, y en el cuerpo nos ayudará a que los productos que nos pongamos a posteriori se absorban mejor.
Esto nos traerá un tono más bonito y uniforme. Ten en cuenta que si vas a exfoliar tanto la cara como el cuerpo tendrás que hacerlo con productos distintos.
El mercado está repleto de exfoliantes faciales y corporales. Cada uno preparado para sus respectivas necesidades como, por ejemplo, los exfoliantes faciales de vitamina C.
Eliminan las células muertas y a parte tiene poderes antioxidantes que aportará a tu piel iluminación y ayudará a frenar la oxidación.
Si buscas exfoliantes corporales también tendrás varias opciones como, por ejemplo, los productos que aparte de exfoliar ayudan a modelar el cuerpo y a hidratarlo.
Protege tu piel
Aunque todavía no estemos en pleno verano, es importante proteger nuestra piel de los primeros rayos de sol. Es importante sobre todo, en el rostro, proteger nuestra piel todo el año.
Da igual que estemos en terrazas, por la calle, conduciendo, haciendo ejercicio. Elige una crema hidratante con un factor de protección mínimo de 30.
Incluso cuando vayas a maquillarte aplícate un producto ya sea crema, gel o serum con SPF 30 o 50. Estarás protegida todo el día.
Potencia tu bronceado
Algo que también funciona muy bien son las cápsulas de Betacaroteno y Zinc. Ayuda a preparar la piel para las exposiciones solares, y potencia el bronceado.
¿Cómo cuidar mi piel después del verano?
Como ya hemos comentado, durante el verano es muy importante hidratar nuestra piel para que no envejezca antes de tiempo. El sol puede tener efectos dañinos que afectan en gran medida a las capas superficiales de la piel.
Pero no solo eso, si no que las temidas manchas también pueden aparecer si no tomamos las precauciones necesarias. Y es por eso por lo que hay que cuidar la piel tanto en verano como después.
Tras cada exposición al sol es fundamental hidratarse con una crema after sun o hidratante.
Una vez finalice el verano, volvemos a nuestras rutinas diarias y con ello también a nuestras rutinas beauty.
Prácticamente los cuidados de la piel después del verano son muy similares a los de la preparación antes del verano. Exfoliación, hidratación, nutrición y en caso de aparición de manchas utilizar productos despigmentantes.
