Las señoras de hace décadas dieron el salto a la nueva era comprando compresas desechables.
Me las imagino en corrillo hablando de que ya no tenían que lavar a mano más compresas porque había llegado el invento del siglo. De su siglo, claro.
Quién les iba a decir a ellas que en algunos años, estaríamos buscando alternativas a esas compresas con la llegada de nuestra era, la ecológica.
Y es que nadie podía imaginar, por aquel entonces, que cada año se iban a desechar cien mil millones de productos de higiene íntima en el mundo.
¡Brutal!
Piensa en la cantidad de residuos que generan las compresas que usamos habitualmente y que están hechas de un 90% de plástico.
Cada una de nosotras usamos entre 8.000 y 17.000 productos para la menstruación durante toda la vida (compresas, tampones, salvaslips…) y luego hay que añadir los productos para las pérdidas de orina. Así que calcula tú porque yo me he quedado muerta.
Son cosas que una no piensa pero que cuando te las dicen te quedas loquísima.
Así que muchas mujeres están volviendo a esa época de las abuelas para usar compresas reutilizables como alternativa a las que usamos cada mes.
Una compresa de tela tiene una vida de unos 5 años aproximadamente. Piensa el ahorro en residuo y en euros (que tampoco está mal) que conseguimos con este pequeño cambio.
Además estas compresas son reciclables y reutilizables, así que no están 600 años entorpeciendo el medio ambiente.
Sí, sí, soy andaluza pero no exagero. 600 añitos tarda una de tus compresas en desintegrarse.
Visualiza esos 17.000 productos de higiene en tu casa. Seguro que así te plantearías opciones menos contaminantes, ¿verdad?
Así que si estás pensando en cambiar tu forma de recoger la regla cada mes, que imagino que sí porque sino no estarías aquí, te va a interesar este artículo, porque te voy a contar todas las ventajas de usar compresas reutilizables además de enseñarte cuáles son las mejores.
Índice
Toggle🩸 Comprar compresas reutilizables
No te voy a engañar. Yo no uso compresas reutilizables. Aún.
Por eso, esta especie de investigación personal se ha convertido en un artículo para ayudarnos mutuamente en la búsqueda de la mejor alternativa a las compresas desechables.
Hace años que dejé de usar salvaslips por recomendación del ginecólogo. Luego renuncié a las botellas de agua que llevaba siempre conmigo. Seguidamente cambié las bolsas del super por las de tela y dejé de comprar servilletas de papel. Intento consumir todo lo que puedo sin plástico y comprar lo que está a mi alcance a granel… vamos que entré en bucle.
Y fue entonces cuando pensé “si estoy eliminando el plástico de mi vida, ha llegado el momento de seguir más allá y usar todo lo que pueda, cosméticamente hablando, reutilizable”.
Así que no volví a comprar bastoncillos de los oídos, empecé a usar discos desmaquillantes reutilizables, una copa menstrual, y aquí seguimos, investigando qué más cosas puedo sustituir en mi día a día.
Lo de las compresas no lo había pensado hasta que vi a una compañera de Instagram introducirlas en su higiene personal, y fue entonces cuando me planteé probarlas yo también.
En un principio, pensé que era algo guarrete, no sé, está una tan acostumbrada a la comodidad de usar y tirar, que pensar en limpiar da pereza. Pero también creía eso de los discos desmaquillantes y ahora no puedo estar más contenta con ellos.
No me lleva apenas tiempo limpiarlos, y además de ahorrar dinero, me siento bien por no soltar cada día 4 o 5 discos a la basura.
Pues igual con las compresas desechables.
Todo es cuestión de cambiar hábitos y de intentar poner entre todos nuestro granito de arena para contaminar lo menos posible.
Pero has de saber que, como todo en la vida, también tiene su parte negativa.
❌ Algunas compresas de tela son demasiado gruesas, y esto hace que puedan dar calor en verano y que sientas un poco de malestar si no está fabricada con fibras naturales.
❌ Alguna mancha rebelde puede quedarse en la compresa, aunque si las lavas o las pones a remojo nada más usarlas no tiene por que pasar. En las blancas es más frecuente, las estampadas disimulan más las manchas.
❌ Si vas a estar muchas horas fuera de casa y tienes que cambiarte, ¿qué haces con la sucia? En estos casos, es mejor la copa que la puedes lavar en el momento. Aunque teniendo un flujo normal, vas a tener 7-8 horas de tranquilidad.
Aunque si comparas lo bueno con lo malo, esto último pasa a segundo plano ya que las ventajas son muchas y más evidentes.
✅ Pueden durarte años.
✅ Son ecológicas y sostenibles.
✅ Absorben rápido y no notas que estás mojada.
✅ Están hechas de materiales naturales respetuosos con tu cuerpo y el medio ambiente.
✅ Son suaves y agradables al tacto.
✅ Evitan alergias, roces y otras incomodidades.
✅ Se lavan con agua fría a mano o en la lavadora.
✅ Se secan al aire y vuelven a su estado original.
✅ Son bonitas, estampadas, blancas o de colores llamativos. Tienes mucho donde elegir.
✅ Las hay de diferentes tamaños que se acoplan a tu cantidad de flujo menstrual.
✅ Ahorro a largo plazo.
✅ Se guardan y transportan fácilmente. Muchos packs incorporan bolsas para llevarlas en el bolso, la maleta, o neceser.
✅ Son válidas para el postparto o para pérdidas de orina e incontinencia.
Y te preguntarás, si tú aún no las has usado, ¿cómo sabes cuáles son las mejores? Pues del mismo modo que tampoco he ido a los mejores hoteles del mundo y sé cuales son mirando Google.
Después de hacer los deberes, entrar en foros, preguntar, leer características, opiniones, tipos de tela, etc, una se hace una idea, más que acertada, de cuáles son las más especiales.
Por eso he querido recopilar aquí, en una pequeña tabla comparativa, las mejores compresas reutilizables para que no te vayas de aquí sin tu compra hecha.
Quiero que tengas claro lo más importante a la hora de comprarlas, y es que aunque pueden estar hechas de muchos materiales, los idóneos para las compresas de tela son el bambú y el algodón orgánico.
Así que descarta el resto de materiales, que aunque sean más baratos, pueden producir algún tipo de alergia.
Además, el bambú y el algodón consiguen la máxima higiene después de los lavados, no absorben olor después de cada uso, son suaves, ligeras y absorbentes, y sus fibras naturales y su procesado es respetuoso con el medio ambiente.
Las compresas Unbranded don las mejores para iniciarte en el mundo de lo reutilizable.
Poseen la mejor relación calidad-precio y puedes alternarlas con tus compresas habituales para que compruebes que estas son mucho mejores.
Tiene una capa para evitar fugas, están hechas de carbón de bambú con un interior super absorbente de microfibra y disponen de alas y clips para que las sujetes a tu ropa interior.
Además las 7 compresas vienen en una bolsita para que siempre que no las necesites estén bien guardadas.
Cada una de ellas tiene un diseño colorido y diferente.
Las compresas Natissy son las más parecidas a las compresas convencionales, Sobre todo porque son de color blanco.
Las de colores y estampados están muy bien porque disimulan las manchas, pero estas dan sensación de limpieza y es la mejor forma de ver la cantidad de flujo que tenemos.
El embalaje es biodegradable (está hecho de almidón de maíz/patata) y reciclable, y como ves, tienen clip para que las ajustes a las braguitas.
Lo mejor es que puedes elegir el pack de tallas S-M, L-XL o multi tallas y así adaptarlas a tus necesidades.
En caso de que alguna mancha rebelde no salga, usa agua oxigenada para quitarla.
Las compresas reutilizables de tela Rovtop son las más valoradas en el mercado.
Si quieres ir a lo seguro y apostar por una buena marca y por unas buenas compresas, tienes que comprar la mejor valorada. Y eso lo demuestran el casi 70% de mujeres que no cambian estas compresas de tela por ninguna otra, y mucho menos por las desechables.
Puedes elegir entre 3 sets de compresas diferentes dependiendo de cómo sea tu menstruación.
Tiene botones y las alas para que se ajuste a la ropa y no se mueva.
La parte exterior es impermeable para evitar derrames y el material es de fibra de bambú, transpirable, super absorbente. Además cuenta con la certificación OEKO-TEX.
También dispone de una pequeña bolsa para guardar tus compresas cuando no las uses. Muy útil además para llevarlas de viaje.
🧼 ¿Cómo lavarlas?
Cuando recibas tus compresas, lávalas antes del primer uso para potenciar su absorción.
Puedes lavarlas en la lavadora y si es con detergente natural y ecológico mucho mejor, para que el tejido no absorba ningún tipo de químico del detergente. También puedes hacerlo a mano pero será más difícil quitar las manchas.
Después de cada uso, debes aclarar tu compresa con agua fría. Procura que salga la mayor parte de la sangre que haya absorbido.
Si no vas a poner la lavadora en ese justo momento, pon la compresa a remojo en un recipiente con agua fría.
Recuerda usar siempre agua fría porque la caliente «cuece» la sangre y las manchas no se irían. Puedes lavarlas hasta 40º.
Al agua de remojo le puedes añadir unas gotas de aceites esenciales de lavanda, tomillo o árbol de té que son desinfectantes naturales. O puedes añadir vinagre blanco, pero debes tener en cuenta que:
- Es mejor evitar el jabón tipo Marsella, o negro, y los suavizantes industriales porque las fibras absorben la grasa y esto provoca que sean luego menos absorbentes.
- No debes usar lejía ni quitamanchas.
- No debes escurrir tu compresa retorciendo la misma porque puede quedar deformada.
Sé que en un principio puede parecer una pérdida de tiempo ya que comparar esto con quitar y tirar pues es complicado, pero te aseguro que no llevará más de unos minutos.
Piensa que es igual que lavar tus prendas delicadas o tu ropa interior a mano. Si lo haces con eso, ¿qué te cuesta hacerlo con esto?
🤔 ¿Cómo se ponen?
La gran mayoría de las compresas de tela tienen “alas” y clips que permiten que se sujeten a la ropa interior y no se muevan. Más o menos es igual que las compresas que llevas usando toda la vida. Colocas la capa impermeable sobre la ropa interior, bajas las alas y cierras los clips sobre esta.
Listo.
El confort de las compresas de tela es lo que destacan la mayoría de usuarias, porque poseen un tacto suave y agradable, y siempre que estén bien hechas, se adaptan a la ropa y cuerpo perfectamente.
Eso sí, tengo que advertirte que si haces spinning o sales en bici, esos clips pueden molestarte, así que para el deporte usa mejor la copa menstrual.
Y si te preguntas por el grosor he de decirte que son un pelín más gruesas que las comerciales, pero ten en cuenta que una de las ventajas de usar estas compresas de tela es, precisamente, evitar exponer nuestras partes íntimas a esas substancias derivadas del petróleo que poseen las otras.
Y obviamente son higiénicas totalmente, solo tienes que cambiarte cada vez que haga falta, no dejarlas demasiado tiempo en el agua o sin lavar para evitar bacterias, y dejar que se sequen bien antes de guardarlas.
Otro punto importante es cada cuánto debes cambiarte. Pero nadie mejor que tú para saber esto. En casos de flujos abundantes, es posible que tengas que hacerlo cada 3 horas, pero por norma general puedes usarlas entre 6 y 8 horas.
🤔 ¿Cuántas necesito?
Este punto es mejor que lo contestes tú que yo.
Cada mujer tiene un ciclo diferente y no todas hacen el mismo gasto, pero así de primeras te recomiendo tener suficientes repuestos entre lavado y secado. Más o menos para el día entre 6 y 12, dependiendo de la frecuencia de cambiado, entre 1 y 3 compresas más grandes para las noches si es que tienes un gran sangrado, y entre 3 y 6 salvaslip para los últimos días.
Lo mejor es hacer el cálculo de cuántas usas de las desechables y tener en cuenta si las vas a lavar justo al retirar o van a estar en remojo antes de ir a la lavadora.
Si combinas esta opción con la copa, también necesitarás menos.
Para acabar me gustaría añadir que cuando cambias lo desechable por lo reutilizable, te das cuenta que ni era tan complicado, ni te lleva demasiado tiempo, ni echas de menos la comodidad de los que tiras a la basura, y eso es porque es más práctico y cómodo de lo que parece.
Por mi parte espero haberte ayudado en la búsqueda de una buena compresa de tela. Y como yo también soy nueva en esto, tomaré con gusto cualquier sugerencia que tengas para mí.
Nos vemos al otro lado del desperdicio.