¿He dicho ya que no me gustan las cremas de manos?
Sí, me suena haberlo mencionado alguna vez.
Es que digo tantas cosas al cabo del día que ya no sé ni lo que digo.
Pues por si no lo sabías, porque acabas de aterrizar en mi mundo beauty, te lo digo ya. Las cremas de manos me dan una pereza que no te puedes ni imaginar.
No me gusta esa sensación que dejan, como de manos mojadas o pringosillas, no sé, me resulta molesto, y al final, acabo siempre dándome con una toalla para quitarme la crema sin que esta haya estado el tiempo suficiente como para hacer efecto.
Sí, de verdad.
No las soporto.
Incluso las que más rápido se absorben, para mi son lentas.
Pero es que no soporto tener nada en las manos.
Así que te puedes imaginar lo que he pasado yo en pandemia echándome alcoholes cada vez que tocaba algo por la calle, o entraba y salía de un establecimiento.
Un calvario.
Porque, ya que sale el tema, y si algún fabricante me lee, a ver si es posible que le deis una vuelta a los geles hidroalcohólicos para que sean algo menos pringosos y un poco más absorbentes.
Porque vaya telita.
Total, que todo el día echándome gel en las manos me ha pasado factura.
Porque no discuto que el gel me quitara las bacterias y el Covid, pero la hidratación también me la ha quitado.
Así que no me ha quedado otra que empezar a usar, de verdad, cremas para reparar lo que los geles hidroalcohólicos habían estropeado.
Y fíjate si me he aplicado el cuento, que me he echado más veces crema en las manos a lo largo del 2020 y lo que va de 2021, que en toda mi vida potinguera.
Hazte una idea.
La parte mala es que aún no he dado con ninguna que me gustara 100%.
A todas le encontraba un pero.
Como una mujer soltera a los 50 que a todo el que se le arrima le saca un defecto, porque en realidad está que te cagas (con perdón) sola.
Pues igual.
Y eso es por no saber elegir.
La crema digo.
Bueno, y lo otro también.
Pero a lo que vamos.
¿Qué pasa?
Pues que a mí puedes preguntarme de lo que quieras que para todo voy a tener una recomendación.
Pero no me preguntes por cremas de manos porque no sabría decirte cuál es mejor, ni cuál recomendarte, y ni siquiera sé todas las marcas que puede haber en el mercado.
Pero para eso está el maravilloso mundo de internet.
Por aquí, la que no sabe de una cosa sabe de otra.
Y algunas tienen la suerte de saber de casi todo.
Así que me fui a donde sabía que iba a encontrar la respuesta a lo que estaba buscando.
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Toggle🙌 ¿Cómo escoger una buena crema de manos?
Me pasé por Didonna porque es una página a la que recurro para resolver dudas frecuentemente, y estaba convencida que allí encontraría qué cremas de manos son las mejores para mí.
Y… ¡Bingo!
Allí estaba la respuesta a mi pregunta.
Bueno, en realidad encontré todas las respuestas a todas mis preguntas.
Y es que, aunque parezca mentira, leyendo esta página, me di cuenta que no me gustan las cremas de manos porque nunca he comprado la indicada para mí y mi tipo de piel.
Como es un producto que me da pereza, por lo general suelo comprar o la primera que pillo en el supermercado, o la que veo en cualquier revista de moda anunciada.
Y claro, así pasa lo que pasa.
Que la gran mayoría de veces he comprado cremas que eran muy pesadas para mí, o demasiado untuosas, porque estaban enfocadas en unas manos muy secas. Y claro, a mí no me valían.
Pero ahora, con el frote de los geles hidroalcohólicos, sí que estaba sintiendo las manos cada vez más secas y tirantes, así que las pobres mías me estaban pidiendo a gritos una reparación de urgencia.
Así que después de leer un artículo de Judith para saber qué cremas de manos recomendaba ella y las características principales de cada una, ya sé que crema escoger sin miedo a agobiarme nada más ponérmela.
Y de todas las que recomienda creo que me voy a decantar por la de Clarins, que además de suavizar y aportar hidratación, fortalece las uñas, que es otro de mis puntos débiles.
Además de tener claro que crema voy a empezar a usar, me he dado cuenta de que nunca me he parado a pensar cómo era la piel de mis manos y qué era lo que necesitaba, y por eso, nunca he sabido qué crema encaja conmigo.
De hecho, ni siquiera me había planteado cuándo era el mejor momento para usarla.
Así que ahora sé cuando tengo que aplicarla, qué tengo que buscar en una crema de manos, por qué debo usarla y, por supuesto, cuáles son las mejores.
Y aunque ya tengo claro cuál es la mía, todas las que aparecen en el artículo me parecen interesantes por unas razones u otras.
Y como no he probado ninguna, me toca ponerme manos a la obra.
Nunca mejor dicho.
¡Ah! Y una cosa súper curiosa que yo personalmente no sabía y que he aprendido en esta página, es que la manteca de karité no es un ingrediente que hidrate (en cremas de manos me refiero), sino que su función es la de reforzar la función de proteger y regenerar.
Y yo pocas veces he comprado cremas de manos con karité pensando que iba a ser una fórmula muy pesada y que no se me iba a absorber nunca porque iba a ser muy untuosa.
Fíjate que cosas puede una perder por no saber.
☀️ Y no te olvides del protector solar
Y en lo que tampoco había caído nunca, pero nunca, es en comprar una crema de manos con algún grado de protección solar.
Y ahora que lo pienso es lo más lógico del mundo.
Las manos sufren mucho con el sol.
De hecho, es una de las pocas partes del cuerpo que está expuesta al sol continuamente.
Quitando los 2 días al año que llevo guantes por frío, las manos siempre las tengo descubiertas y a merced de las inclemencias del tiempo.
Y si protejo mi cara del sol siempre, ¿por qué mis manos no?
Si es que a veces perdemos la lógica muy tontamente.
Pero bueno, ya lo dice el refrán; nunca te acostarás sin saber una cosa más.
Por eso me encanta leer a otras chicas.
Para que me descubran y me abran los ojos en ciertos temas en los que yo ando más despistada.
Porque adoro el mundo de la belleza y el cuidado, pero no soy experta, y por eso me gusta rodearme de ellas, para seguir aprendiendo a cuidar mi piel.
Que a día de hoy, es una de las cosas que más presente tengo.
Y las manos, que son las que cantan por bulerías el paso de los años, y las que más feitas se ponen con los excesos del sol, los productos de limpieza, etc., tienen que tener su cuidado como cualquier otra parte del cuerpo.
Así que se merecen que le echemos un poquito más de cuenta.
Al menos yo, que nunca, o casi nunca, se la echo.
Y tú, ¿con qué cuidas tus manos?
Si tienes algún truco o recomendación, ya sabes, déjala por aquí debajo.
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