Hablar en 2020 de mascarillas es hacerlo del protector facial ideal para evitar la propagación del temido coronavirus. Sin embargo, existe otro concepto de mascarilla que hasta febrero de este mismo año era mucho más popular, las cosméticas.
Las mascarillas faciales son productos de cuidado y belleza cosmética de gran relevancia, pues permiten mantener la piel del rostro en perfecto estado. A menudo, muchas chicas, y también chicos, se preocupan por cubrir con maquillaje su cutis para que luzca terso y firme pero no caen en la cuenta de que es la propia piel la que tiene que ser cuidada para lucir bien y permanecer sana.
De ese modo, el objetivo principal de las mascarillas faciales es hidratar, exfoliar y nutrir un cutis para reducir así los síntomas del envejecimiento. Os mostramos algunas recomendaciones sobre las mejores mascarillas del mercado y los tipos más idóneos para conseguir resultados.
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Toggle👧 Mascarillas antiarrugas, retrasar los síntomas del envejecimiento
Estas son las más conocidas y su función principal es servir como remedio anti-edad. Con ellas aumenta la tersura de la piel y actúan a modo de tratamiento de lifting. Existen un sinfín de mascarillas de este tipo, si bien entre las más populares está la mascarilla antiarrugas con Q10, una enzima que hace frente a los primeros signos de la edad.
El sector de la cosmética, y especialmente el cuidado facial, ha ido adquiriendo mucha popularidad en los últimos años y esto ha permitido que aparezcan productos más innovadores.
Una buena muestra de ello son las mascarillas peel off, que consisten en un gel que se aplica sobre el rostro y han de retirarse del mismo pasado un tiempo. Un producto de este tipo es también una mascarilla antiarrugas, aunque es importante señalar que las actuales son mucho más completas y eficaces que las presentes hace unos años, de ahí su continuidad en el mercado.
En este grupo se cuelan también las mascarillas de colágeno, que son especialmente útiles en pieles ya maduras. El colágeno es la proteína más abundante de nuestro organismo y es un componente esencial en articulaciones, huesos, músculos y otras estructuras corporales.
🥇Las de oro, las más recomendadas para combatir la firmeza
La tendencia de incluir el oro como componente entre los productos cosméticos es algo también muy popular. Este metal es beneficioso para hacer frente a las arrugas, pero no es ese su aspecto más destacado. Ahí hay que apuntar a la elasticidad y la regeneración celular.
En realidad todas las mascarillas ofrecen efectos similares a la piel: regeneración, nutrición, hidratación. La distinción entre materiales o entre efectos positivos sirve para establecer cuál de esos objetivos se van buscando con más ahínco.
Las mascarillas de oro suelen ser más caras que el resto. Además, a estos productos también se le añaden componentes como la coenzima Q10, ácido hialurónico o agentes hidratantes. El oro actúa en la piel como agente renovador de células, debido a la presencia de iones. Esto ayuda a mejorar la circulación sanguínea de la piel y ganar en firmeza.
🧲 Mascarillas magnéticas, las que más se salen de la norma
Un tipo destacado de mascarilla facial es la magnética. Se denominan así porque para retirarlas es necesario utilizar un imán. El modo de aplicarlas sobre el cutis es similar a cualquier otro modelo, mediante un gel o una pasta a extender por todo el rostro. La novedad radica en la forma de eliminarla, pues han de pasar unos 10 minutos y envolver un pequeño imán en un pañuelo y acercarlo al rostro. De este modo se van atrayendo todas las partículas imantadas.
El efecto de la mascarilla sobre la piel es frenar el envejecimiento prematuro y aportar más luminosidad al rostro.
🤔 ¿Por qué debemos usar mascarillas faciales?
Más allá de los tipos de mascarillas según sus componentes o su aplicación, otro aspecto a valorar es el tipo de piel. No debe ser el mismo producto el que se aplique a una piel seca que a una piel grasa o a una piel sensible.
Las pieles secas demandan mascarillas hidratantes y nutritivas, que ayudan a que la piel esté más suave y tersa. Para las pieles grasas, el problema es la aparición de brillos y puntos negros, por lo que en este caso las mascarillas purificadoras colaboran en este objetivo. En el caso de las pieles sensibles, lo importante es utilizar productos que no sean agresivos y puedan generar daños o molestias del tipo escozor.
Las mascarillas faciales hidratan, limpian la piel, calman los efectos dañinos de agentes externos, reducen el envejecimiento, aportan luminosidad, nutren el rostro e incluso mejoran la acción del resto de cosméticos. Dar con una mascarilla para la cara con todas estas propiedades ha de ser todo un objetivo a alcanzar.