Si me conoces desde hace tiempo, me presento de nuevo.
He cambiado en muchas cosas desde hace algunos años, así que ya no soy aquella mujer que conocías.
Bueno, en realidad estoy exagerando.
Soy la misma con pinceladas diferentes.
Pero pinceladas que se notan bastante.
Al menos yo las noto, la gente de mi alrededor no sé.
Puedo decir que mi cambio empezó a producirse, levemente, en el 2015, pero a partir de 2019, más o menos, algo en mi cabeza hizo clic y empezó a ver las cosas de otra manera a como las veía antes.
Pero no te voy a engañar.
Aunque ahora priorizo en otras cosas y procuro estar mejor por dentro que por fuera, mi apariencia física me sigue importando.
Siempre he sido coqueta y presumida.
Ya he contado alguna vez que, de pequeña, si no me ponía las pulseras de mi traje de flamenca me negaba a entrar en el colegio.
Y hablamos de parvulitos, ojo cuidado.
Así que esa coquetería me viene de nacimiento.
Y aunque asumo mejor cualquier “defecto” que va generando el cumplir años, y ya no es algo que me preocupe tanto como antes, sigo pendiente de mi imagen de fuera.
Pero con la diferencia de que ahora soy capaz de salir a la calle sin maquillar.
El que me conoce bien sabe que eso era impensable hace años.
El caso es que, además de mi cuidado facial, de mi pelo, de mis cremas, y mis potingues varios, ahora hay otras cosas, cosas nuevas, que me hacen sentir bien.
Y este cambio viene porque estoy metiendo la patita en el mundo zen.
Me llama mucho la atención la meditación, el yoga, la cultura con alta disciplina atemporal basada en antiguas tradiciones y que no ha cambiado en milenios, y en general todo ese misticismo de otras culturas lejanas.
Y a raíz de la meditación, y el yoga, y todas estas cosas místicas, conocí el yoga facial.
Soy blogger de belleza así que imagina, me hicieron los ojos chiribitas al descubrir que algo que me está funcionando tan bien en cuerpo y mente, también podía hacer algo por mi cara.
La que se ve por fuera.
No llevo demasiado tiempo en este terreno, así que no puedo asegurar que mi rostro ha cambiado por completo, o que he eliminado esto o aquello, porque el tiempo, como en todo, juega un papel fundamental en esta práctica.
Pero sí te voy a decir qué siento cuando practico yoga facial, qué beneficios me está aportando y que cambios estoy notando en este escaso periodo de tiempo.
Cuando una se inicia en algo es bueno saber de los expertos, pero también mola que alguien que está, solo un poco más avanzada que tú, te cuente cómo se está sintiendo y qué mejoras ve.
Y eso es lo que voy a hacer yo.
Voy a contarte, desde mi experiencia, qué es el yoga facial, cómo practicarlo, qué beneficios aporta a la piel y, cuándo y cuánto debes hacerlo.
Así que ve tomando nota y empieza hoy mismo.
Índice
Toggle♀️ ¿Qué es el yoga facial?
Antes de saber cómo y cuándo, hay que saber qué es.
Aquí, en España, se está hablando ahora del yoga facial, pero es una técnica milenaria que lleva décadas instalada en la cultura oriental.
Y yo no es por nada, pero, por esos lugares lejanos nos llevan una ventaja tremenda en cuidado en general, de mente, de cuerpo, y de espíritu santo.
Y claro, así tienen esas pieles que tienen.
Bueno, el caso, tu cara y mi cara están formadas por decenas de músculos que deberíamos de ejercitar para mantenerlos fuertes y tonificados.
¿No haces sentadillas para tener buenos glúteos o abdominales para tener un vientre como el de Shakira? Pues la cara también la tienes que mover.
Un rostro “entrenado”, está más firme, más tonificado, y se reducen, notablemente, los signos de la edad.
Haciendo sentadillas eliminas celulitis y haciendo ejercicios de cara eliminas arrugas.
Suena a chiste, pero es así.
Los músculos de la cara no son diferentes a los del resto del cuerpo, son más pequeños, pero no diferentes, y si no los ejercitas se ponen flácidos como los colgajos que salen de los brazos en la zona del tríceps.
En definitiva, el yoga facial se basa en una serie de ejercicios y estiramientos para fortalecer los músculos.
Los expertos y expertas en este tema aseguran que tenemos que aprender a relajar las zonas de la cara como la frente, por ejemplo, porque la tensión que tenemos en ellos hace que hagamos gestos como los de fruncir mucho el ceño, que se convierten en arrugas muy marcadas. Por eso es importante darle a la musculatura estímulos de relajación.
¿Cuál es la mejor hora para hacer yoga facial?
Pues por la mañana al despertar, o por la noche antes de dormir, cuando mejor te venga.
Por la mañana consigues que se despierten los músculos de la cara y te hace ser más consciente de los movimientos faciales durante el día. Es decir, puede ayudarte a romper los malos hábitos, como los de fruncir el ceño, ya que fortalecemos el músculo e impedimos que las expresiones faciales se acentúen.
Por la noche, ayudas a relajar los músculos, que tampoco está nada mal.
Aunque si no tienes tiempo por temas de trabajo, niños, o cualquier otra cosa, puedes hacer yoga facial a lo largo del día.
En el sofá mientras ves la tele, o en el descanso del trabajo, o incluso en la ducha.
Son ejercicios muy sencillos que no te llevarán más de 10 minutos al día. Solo tienes que convertir el yoga facial en una rutina diaria más.
¿Cuántas veces al día hay que hacerlo?
Pues como ya hemos visto una.
Por la mañana o por la noche, y debes hacerlo unos 4 o 5 días a la semana para que vayas viendo resultados cuanto antes.
✅ ¿Qué tan efectivo es hacer yoga facial?
A ver, quiero dejar una cosa clara en este punto.
Cuando yo empecé a ver y leer sobre yoga facial, me hice preguntas y estuve investigando sobre el tema.
Ya sabes que no me gusta hablar sin tener buena información, y además, estoy en un punto de mi vida en el que me cuestiono cualquier cosa, (este es uno de esos cambios de los que te hablaba al principio), así que ahora no voy a pies juntillas con cualquier cosa que veo.
Primero miro pros, contras, escucho diferentes versiones, y sobre todo, voy a la parte más científica para ver qué opinan los expertos.
El caso es que he llegado a la conclusión de que el yoga facial es una técnica favorable, pero débil.
Es decir, que no se puede decir a ciencia cierta que quien lo realice note una mejoría en los signos de envejecimiento. Incluso, hay quienes afirman que algunas líneas de expresión podrían empeorar, aunque esto tampoco está debidamente demostrado.
¿Y qué dice la ciencia?
Pues de momento poca cosa, porque el mayor nivel de evidencia se logra con un meta-análisis: es decir, con un estudio que analiza los resultados de varios estudios de buena calidad para sacar conclusiones, y sobre yoga facial solo hay 2 publicaciones destacables; una de 2013 que no fue concluyente, y un ensayo clínico del 2018 que sí fue favorable.
He de decir que en este estudio, los médicos, tras ver pruebas y fotos de 16 mujeres que empezaron a hacer yoga facial, vieron mejoras en zonas como las mejillas después de 20 semanas de ejercicios.
Pero, también he de decir que uno de los investigadores que llevó a cabo el estudio es el fundador de Happy Face Yoga.
Y para mí, esto hace que pierda validez, ya que es normal que quienes se dedican a un tema, tengan más interés por estudiarlo y demostrar que funciona 100%, y además, tampoco se comparó la práctica de yoga facial con otra intervención para ver diferencias.
Yo te lo digo para que tengas más información, pero recalco que no hay evidencias de que funcione ni de que no funcione, así que no pierdes nada por probar, pero tampoco vayas pensando que vas a rejuvenecer.
Yo lo estoy haciendo.
Haciendo yoga facial para ver qué pasa, con paciencia y viendo qué pasa, pero sin creer en milagros y sin esperar que mi cara tenga 20 años menos.
Y si me permites el consejo, pienso que aunque no hay evidencia de que funcione, yo, a título personal, pienso que una rutina de yoga facial bien practicada y de forma constante permite mantener los músculos del rostro firmes y elásticos.
Es una forma de activar la circulación, lo que aumenta la oxigenación del tejido, y con ello los beneficios de los cosméticos que ponemos después, además de aportar firmeza y relajar tensiones.
️♀️ Ejercicios
- Beso Marilyn.
El que más me gusta a mí es el Beso de Marilyn que está Indicado para los labios.
Tienes que inclinar la cabeza hacia atrás suavemente y, mientras miras hacia arriba, haz el gesto de dar un beso emulando a Marilyn Monroe.
Repítelo 10 veces con sonido de beso incluido.
Después relaja la cara y respira profundamente.
Luego, tras exhalar, imagina que estás soplando una vela, y empuja los labios ligeramente un par de veces.
- El trompetista.
Este ejercicio es para las mejillas, para levantarlas, suavizarlas y reafirmarlas.
Llena las mejillas de aire y luego pásalo de un lado al otro 30 segundos.
Así de fácil.
- El búho.
Enfocado en la frente para reducir las líneas y las arrugas.
Haz una “c” con los pulgares e índices y colócalos alrededor de los ojos.
Los índices quedan encima de las cejas y los pulgares sobre las mejillas. Ahora tira hacia arriba tratando de levantar las cejas con los ojos muy abiertos. Quédate así durante dos segundos, relájate y repite de nuevo.
Hazlo unas 3 veces y para acabar quédate en esta postura durante 10 segundos.
- Tornado.
Aquí vamos a tratar los pliegues naso labiales, ya sabes, las arrugas al lado de la boca.
Recorre con la lengua la parte interior de los labios tres veces. O sea, cierra la boca y pasa la lengua haciendo círculos por todo el interior de la boca y repítelo en la dirección opuesta.
- Pellizcos para piel brillante.
Aprieta suavemente las mejillas y toda la cara, el surco naso labial también, con el dedo índice y el pulgar 30 segundos.
Este ejercicio aumenta la circulación y estimula la producción de agentes para dar volumen.
- Pescado.
Succiona las mejillas lo máximo que puedas, poniendo boquita de pescado y toca con los dedos alrededor dando golpecitos 30 segundos.
Con este ejercicio trabajan los músculos de las mejillas, se fortalece y aumenta la circulación.
- Para los ojos.
Pon los dedos índices en el entrecejo y empieza a golpear suavemente alrededor de los ojos. Después, repite en la parte superior de la ceja y continua bajo los ojos, en la parte superior de los pómulos, termina acariciando el párpado inferior con los dedos desde la nariz hacia fuera cuatro veces, para calentar y relajar la zona.
Este ejercicio ayuda a reducir las arrugas del contorno de los ojos, a aumenta la circulación y a relajar los músculos además, se reducen las bolsas y las ojeras, y se activa el flujo sanguíneo.
- La V.
Forma una “v” con 2 dedos y colócalos en ambos lados de los ojos ejerciendo presión. Mira hacia arriba y entorna los ojos. Relaja y ciérralos con fuerza 10 segundos para ayudar a reducir las bolsas bajo los ojos, a tonificar los músculos que los rodean, y a suavizar líneas.
- Papada.
Sujeta la cabeza con la mano, o sea, pon la mano en la papada con los dedos extendidos y empuja la barbilla hacia abajo sobre los dedos que la sostienen. Apoya el codo sobre la otra mano y quédate así durante 3 respiraciones profundas.
Termina golpeando suavemente todo el rostro con la yema de los dedos. Luego pon las palmas de las manos sobre los ojos cerrados y haz algunas respiraciones profundas.
Yoga facial, antes y después
Vas a ver muchas fotos en internet con cambios sorprendentes.
¿Y ya sabes lo que pienso yo de eso verdad?
En muchas de ellas se nota la manita del Photoshop.
No digo con esto que no funcione, de hecho, yo soy la primera que lo estoy intentando y probando, pero no te dejes engañar por fotos, claramente retocadas, de cursos de yoga facial y de gente que te quiere vender algo.
Mira vídeos en Youtube, ve realizando yoga facial, y haz los ejercicios de rejuvenecimiento con los que más cómoda te sientas, lee algún libro, y si ves que en un tiempo no notas cambios, prueba otros ejercicios diferentes.
Ya sabes que no a todas nos funciona lo mismo.
Si ves que tampoco obtienes resultados, igual es que tu piel no va a mejorar con esta técnica.
Así que pasa a otra cosa.
Yo te aconsejo que, cuando vayas a hacer ejercicios de yoga facial, uses aceites (sobre todo de almendras o jojoba) para poder trabajar mejor la piel.
Usa buenas cremas y sérums.
Bebe mucha agua.
Y ten paciencia.
No creerás que esa arruga, que lleva contigo años, se va a ir así como así.
Con buenas técnicas se consiguen progresos, pero no quieras verlos antes de 4 semanas.
Mínimo.
Esto lleva su tiempo.
Opiniones
Tenemos 43 músculos en la cara y en el cuello.
No sé donde caben tantos pero ahí están.
Y cada uno de ellos interviene cuando expresamos nuestras emociones; la ira y la tristeza dicen que son las que nos hacen envejecer. La preocupación, frunce el ceño, sonreír nos hace crear arrugas alrededor de los ojos… vamos, que, o nos quedamos como una muñeca de porcelana, o cada cosa que hacemos y expresamos al día nos va a dejar la cara como una uva pasa.
Y como en esto soy cinturón blanco-amarillo, no puedo decirte si funciona realmente porque llevo demasiado poco haciendo ejercicios de este tipo.
Yo te aconsejo que pruebes.
Es lo único gratis que vas a poder hacer para intentar mantener tu cara en su sitio.
Las cremas, los tratamientos, las agujas…, todo eso tiene un coste y no siempre la tarjeta nos da permiso para comprar ciertos productos.
Como en todo, imagino que habrá mujeres a las que les funcione, y habrá otras que desaconsejen esta práctica porque no hayan visto nada de particular en ella, pero como digo siempre, cada piel es un mundo.
Imagino, por pura intuición, que una piel joven, o una piel con pocas arrugas y pocos problemas, sentirá que el yoga facial le está beneficiando porque, con poco que use, o haga, el resultado va a ser más fácil de conseguir frente a una piel muy madura, o con un gran número de arrugas y bolsas, donde va a ser más complicado que cualquier práctica funcione, porque la piel tiene arrugas desde hace años muy marcadas.
Ya sabes que yo soy de las que piensa que lo que ya está, es difícil de que se vaya, pero siempre se puede mejorar y evitar que sigan apareciendo más.
Como el caso de las arrugas, las manchas, o las bolsas de los ojos.
No pierdes nada por probar y tienes algo que ganar, así que ponte manos a la obra, compra un libro, lee sobre el tema, y empieza a trabajar los músculos de la cara igual que andas cada día para bajar el colesterol, o te das masajes para aliviar algún dolor.
Yo seguiré hablando de este tema en redes sociales así que, si quieres saber más, y como me va, puedes unirte a mi Instagram.
De momento, y aunque no he visto nada muy notable, si que veo que mi piel está más luminosa.
Supongo que el masaje activando la circulación, hace que los productos cosméticos que uso a continuación penetren mejor en la piel.
Además, sí que siento la piel más relajada y estoy empezando a ser consciente de los gestos que hago durante el día, sobre todo cuando estoy en silencio, e intento controlarlos.
Todo lo que sea una ayuda para mejorar el estado de la piel es bienvenida, y aunque no haga milagros, cada cosa suma, y hasta ahora, pienso que sí lo hace.
A lo mejor mañana te digo lo contrario.
Pero para eso tendrás que quedarte conmigo.
Libros
Tienes infinidad de libros de yoga facial y todos aportan algo diferente, pero si estás empezando en este tema, te recomiendo que compres el libro de Ana Rosón.
Es muy fácil de leer y vienen ejercicios muy básicos ilustrados para que los puedas poner en práctica sin ningún tipo de complicación.
Dice la autora que: «Llegado un momento, cada uno de nosotros somos responsables de nuestro aspecto».
Así que me parece un buen libro para quienes quieran cuidarse de una forma natural y añadir los ejercicios faciales a la rutina de cremas y ampollas que usamos cada día.
Y con la recomendación del libro ya está todo dicho.
Por mi parte, invitarte a que te vengas a mi Insta donde seguiré hablando de este tema, entre otros, e iré contando si veo o no mejoras en el rostro.
Y si quieres ahorrar un dinerito pásate por mi canal de Telegram porque cada día vas a encontrar ofertas en cosmética y maquillaje.
Por supuesto, no te vayas sin suscribirte al blog para que recibas toda clase de temas beauty en tu correo.
Y no temas, todo es gratis.
Te espero en el siguiente.
Pasa buen día.